Alguna vez os he enseñado mis frixuelos: son la versión asturiana de las tortitas. Me recuerdan a mi abuela Isela que nos los hacía a montones. He usado su receta, no tengo medidas exactas, porque ella siempre los hacía a ojo y... ¡vaya ojo que tenía! ;oD
Tenéis que mezclar agua y leche a partes iguales (yo he puesto 1/4 de cada y me han salido una docena de frixuelos), añadir un huevo y una pizca de sal y batirlo todo. El truco es ir añadiendo poco a poco la harina para que la pasta espese. No debe quedar tan gruesa como la pasta de las tortitas americanas, aquí decimos que queda "fariñón" cuando algo sabe mucho a harina. Hay que seguir batiendo hasta que no queden grumos.
Se calienta aceite y se aparta para ir usando pequeñas dosis con cada frixuelo, se vierte un poco de la masa en la sartén con ayuda de un cucharón de servir sopa y se deja redonda. Se hace el frixuelo por los dos lados y se van apilando cubriéndolos de azúcar y un chorrito de anís.
Para comerlos se enrollan y, aunque hoy día los restaurantes los sirven con nata y chocolate al estilo americano, los más tradicionales los comemos solos, con canela, con mermelada, dulce o miel.
Me los pidió Sofía para merendar y aunque me daba una pereza horrible, tengo que admitirlo, con la tarde que hace y sin poder salir disfrazada...no le he podido decir que no!
Me ha encantado compartir con ella historias de mis abuelos y dejarla cocinar, como mi abuela hacía conmigo.
Se ha puesto las botas, por cierto! Casi no llego a hacer las fotos! ;oD
No s encantan en casa con nutella!!besos
ResponderEliminarSon un vicio! jajaja un besotee!
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