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lunes, 9 de octubre de 2017

Organizando mi armario cápsula

Buenaaaas, ¿qué tal ha ido el finde?

Os había prometido que os contaría sobre el famoso armario cápsula. Pues bien, después de haber leído bastante acerca del Minimalismo y después de haber visto unos cuantos vídeos acerca del método Marie Kondo, os cuento cómo he aplicado todo ésto a mi propio armario.

El Minimalismo nos plantea un estilo de vida más sencillo y más sostenible. Eso aplicado a un armario parece todo un reto, verdad? Pues a mi entender no es más que un armario bien equipado con todo lo que necesitamos (a poder ser prendas de calidad cuyos tejidos y procesos de fabricación son respetuosos con el medio ambiente) pero alejado de complicaciones, de "por si acasos" que nunca se llegan a dar y de sentimentalismos que nos hacen atesorar prendas destrozadas, pasadas de moda o fuera de nuestra talla.

Un armario cápsula es una colección de prendas versátiles y fáciles de combinar entre sí. Suele estar limitado a 33 prendas entre abrigos, chaquetas, partes de arriba, de abajo, vestidos y calzado (en el armario cápsula no incluimos la ropa interior, los pijamas, la ropa de deporte, los vestidos de fiesta, los complementos ni la bisutería) y lo más importante es que todas y cada una de esas prendas te hagan sentir bien La idea es que en el armario estén únicamente estén las prendas de cada temporada, las que nos vamos a poner, y que hagamos una planificación de outfits para evitar complicaciones a la hora de vestirnos.  

Por eso, lo primero que hay que hacer para organizar un armario cápsula es una buena limpieza (de las de verdad) de nuestro armario. En mi caso no ha sido difícil porque, como ya os he explicado, suelo hacer limpieza de prendas con cada cambio de estación. También he hecho limpieza en una caja donde guardo ropa que me da pena retirar y que está en espera de...no sé de qué realmente! Solo me he quedado algunas cosillas porque no estoy preparada para deshacerme de ellas. Entonces, retiramos lo que está estropeado, lo que no nos sirve y lo que no nos hace sentir bien (bien porque se ha pasado de moda, no nos favorece, es incómodo, o no nos trae un buen recuerdo...).

Lo siguiente es hacer un buen análisis de nuestro estilo, valorar qué nos ponemos y qué no, cuáles son nuestros outfits favoritos, los que repetimos cuando queremos ir seguras y cómodas y los que no nos funcionan por el motivo que sea. Obviamente, cada uno tiene que valorar cuál es su estilo de vida y sopesar qué necesita y qué no, por ejemplo, a mi no me gusta ir muy vestida al colegio porque no me resulta cómodo: camino al trabajo y de vuelta a casa, subo y bajo un ciento de veces al tercer piso y doy mis horas de clase de pie así que me sobran los tacones, por ejemplo. Además, personalmente me parece que tampoco proceden los escotes excesivos, la bisutería recargada ni el maquillaje exagerado. Creo que un estilo un poquito más informal es más adecuado. También es un gran momento para ver qué tejidos nos gustan y cuáles no. En mi caso, ya os he contado en otra ocasión, en otoño-invierno no me pongo muchas faldas porque odio las medias, y no soporto prendas pegadas o apretadas así que huyo de viscosa, lycra y punto ceñido. Tampoco soy de camisas ni de jerseys muy gorditos, no son prendas que o lleve nada cómodas. Tener ésto claro simplifica muchísimo la tarea de comprar ropa, os lo aseguro: hay prendas que descarto al tacto y he dejado de empeñarme en invertir en cosas que sé que no me voy a a poner.

En tercer lugar, busquemos inspiración. Sabéis que adoro Pinterest y que tengo un tablero en el que guardo todos los looks que me llaman la atención. Hay un montón de ideas que podemos hacer nuestras. Eso sí, es importante centrarnos nuestra paleta de color a la hora de crear nuestros nuevos outfits y así transmitiremos más luz y energía. En mi caso, por ejemplo, he descubierto que mi negro es el gris, hace mi cara menos apagada y me favorece mucho más. También he descubierto que los tierras, ocres y rojos no están en mi paleta, que me favorecen los azules y verdes suaves, los lilas y los berenjena y que son los que tienen que estar más cerca de mi rostro o predominar en el look.  

Con mi lista de la compra hecha, me he ido de tiendas, he sacado alguna prenda que tenía guardada del invierno pasado y mi armario cápsula para este otoño ´17 va tomando forma:

1.- Camisetas (Mango, Zara y Bershka)




2.- Una camisa (Zara) me ha gustado la caída que tiene y no me he podido resistir a las rayas verticales ;oD





3.- Vaqueros negro, gris (Mango), azul oscuro, azul clarito (Zara) y un jogger (Bershka)



4.- Una sudadera (Bershka), un jersey (Zara) y chaquetas básicas en azulete, marino y negro (Zara)




5.- Un único vestido que me pondré mientras no haga demasiado frío. Puedo abrigarlo un poquito con este vestido de punto ligero y un pañuelo:





6.- Mi colección de chaquetas, gabardinas y abrigos de entretiempo (todos de temporadas anteriores)



7.- Calzado: unas loafers azul marino, mis Converse, mis New Balance (todo de temporadas anteriores), mis nuevos Nike que adoro desde ya y unos zapatos tipo deportivos, monísimos de Massimo Dutti.








Ésto es lo que hay ahora mismo en mi armario, como veis no llego a las 33 prendas, así que tengo un margen para incorporar alguna cosa si veo que me he quedado demasiado corta. Las posibilidades de outfits son muchas y creo que suficientes para sobrevivir un par de meses hasta que se ponga frío de verdad y haya que sacar la artillería pesada.

¿Algunos looks que he pensado recrear? Ahí van:





















Nada complicado, ya lo veis. 

¿Qué os parece? ¿Os he ayudado un poquito con el cambio de armario? Me alegraría un montón de ser así.


Un besoteee!











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