Hoolaa!
Sí sí, habéis leído bien....¡¡vuelvo al bullet journal!!
El año pasado me compré una preciosa agenda de Charuca y reconozco que, viniendo del bullet, me costó hacerme a ella pero me encantaron el diseño, el formato y la filosofía que lleva dentro así que insistí y la hice mía. En agosto llegaron las vacaciones y en septiembre la vuelta al cole y no me digáis por qué estuve meses sin usar la agenda. Me centré muchísimo en el trabajo y toda esa parte de organización personal dejó de existir, de hecho la agenda se quedó en blanco hasta final de año! Una pena, para matarme, lo sé, pero así fue y así os lo cuento.
Con el principio de año me he propuesto retomar ese tiempo de reflexión y organización personal que tanto me gusta y que tanta falta me hace y no se me ocurre mejor manera que retomar el bullet. Los Reyes Magos me trajeron este cuaderno tan bonito de Tiger y ya he empezado a prepararlo:
Este será mi cuarto bullet (el primero lo hice en 2017) y creo que ya puedo decir que le voy pillando el tranquillo. Diréis, pues ya era hora! jejeje Pues sí. Lo cierto es que este sistema puede ser tan sencillo o tan complicado como tú quieras, lo importante es ir encontrando lo que te funciona a tí. Si queréis saber algunas de mis reflexiones, seguid leyendo...
1.- Lo primero que hacemos todos buscar inspiración y, claro, lo que queremos es hacer esos preciosos bullets llenos de dibujos a mano, de acuarela o de preciosas decoraciones que vemos en Pinterest, Instagram o YouTube. Yo os recomendaría que os toméis tanta inspiración con moderación. Hasta el bullet más sencillo y minimalista del mundo lleva su tiempo, porque se hace todo de cero, esto es así. Por eso, cuanta más decoración y adorno, más tiempo hay que invertir. Ojo, que soy la primera que disfruta un montón con ese tipo de contenido pero he aprendido a admirarlo desde la distancia y a admitir que tanta complicación no es para mí. Yo me di cuenta después del primer bullet de que mi prioridad es la organización y tener un cuaderno donde plasmar mis cosas y no tanto la decoración. En mi opinión, un sistema de organización debe ser práctico y se debe poder trabajar con cierta agilidad. Eso no quita para que sea bonito, no está reñido! Así que antes de empezar, pensad muy bien qué tipo de bullet queréis, para qué lo queréis y qué vais a priorizar a la hora de trabajarlo.
2.- Lo segundo es no venirse arriba con listas, trackers y colecciones. Esto también lo aprendí después del primer bullet. Me empeñé en hacer todos los meses listas de tareas domésticas, cuadros de menús semanales y trackers de gastos mensuales y hábitos que me acababa agobiando un montón rellenar. De todo eso en el segundo bullet sólo mantuve un "habit tracker" y realmente fue una liberación! Si algún mes o semana me apetece incluir un tracker, lo simplifico al máximo, lo incluyo puntualmente y ya está, ningún problema. Así lo hice en mi tercer bullet cuando llegó el confinamiento, por ejemplo. Me apeteció hacer trackers semanales de cuidados personales y de tareas domésticas pero en cuanto se acabó el confinamiento los dejé de hacer. Lo mismo pasa con las colecciones. Me he empeñado en intentar hacer colecciones de libros que leo, series que veo, lugares que visito, etc... y no va conmigo, no me funciona. Me canso de ellas, no me acuerdo de que existen, y se quedan en blanco, así que mi lista de colecciones es bastante reducida: ahorro, salud y "self-care", un tema que me apasiona.
3.- Lo tercero es que no hace falta tanto material para hacer un bullet y no hay que dejarse un dineral para empezar. Yo sé que todo se nos antoja: los cuadernos más caros, los rotuladores mejor calibrados, los que tienen punta pincel y los de punta viselada color pastel. Pero, realmente con un cuaderno punteado, lápiz, regla, goma y un rotulador calibrado se puede resolver todo. A mi me gusta añadir color, por eso uso los Tombow o los Lyra, pero de verdad, no hace falta mucho más. Con el tiempo he ido comprando algunos sellos expresamente para el bullet (números, meses, etc...) y reconozco que me resultan muy prácticos y los uso muchísimo. Si alguna vez me apetece también aprovecho otros sellos y washi tapes que ya tengo para añadir decoración aquí y allá. Es otra manera de darles uso, verdad?
4.- Lo cuarto que os recomendaría es establecer un tiempo para vuestro bullet. Bien sea al día o a la semana, tratar de marcar un tiempo para trabajarlo es fundamental para hacer el sistema nuestro, para que sea ágil y para disfrutarlo. En mi caso, suelen ser un par de horas la tarde de los viernes. Me gusta dejar la semana siguiente ya preparada porque después simplemente voy rellenando al día y a finales de mes ya preparo la mayor parte del spread del mes siguiente. Suelo aprovechar el fin de semana para dedicar algo de tiempo a las colecciones y a mis reflexiones. Es muy fácil engancharse a este cuaderno y pasar horas enredada en él pero he aprendido que dedicarle excesivo tiempo me quita de hacer otras cosas que también me gustan así que intento ponerme límites y moderarme, a mí me ayuda.
5.- Mi quinta y última recomendación es que lo hagáis sin miedo porque no hay una única manera correcta de hacerlo, hay tantas como personas que lo hacen! Dentro del sistema, cada uno debe encontrar lo que le va bien y su estilo y eso solo se consigue intentándolo, haciendo, fallando y equivocándose hasta acertar y encontrar la manera! Si a mi me gusta incluir citas motivacionales y hasta un caldero para desechar mi basurilla mental ¿a quién le puede molestar? Claro que habrá puristas que sigan el método del señor Ryder Caroll a rajatabla, pero para mí lo mejor del sistema bujo es lo abierto y flexible que es y la libertad que da para crear tu propio sistema de organización. Es algo laborioso, pero cubre tus necesidades a la carta... ¿qué más se puede pedir?
Os animo a que lo probéis, ya os iré enseñando cómo avanza el mío.
Un besotee enorme!
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