Un año más acaba el curso escolar y es momento de evaluaciones y reflexiones. Ha sido un curso largo y por momentos complicado: la densidad de las materias, lo complicado de la adolescencia, el hecho de que cada alumno es un mundo y le rodean mil y una circunstancias y por si todo esto fuera poco... me vienen en lotes de 30! :o)
La verdad es que a veces ha sido duro...me he enfadado, han llorado, me han quitado el sueño, les he reñido... pero también nos hemos reído, hemos compartido y hemos aprendido a escucharnos y a respetarnos un poquito más.
He trabajado con algunos chicos y chicas ejemplares, unos buenos estudiantes otros no, pero sobre todo buenas personas -para mí lo más importante- que me han demostrado lo capaces que son de triunfar en cualquier cosa que se propongan. A estos quiero dedicarles mi mensaje de hoy:
"Gracias chicos por escuchar, por comprender, por respetar, por valorar la oportunidad de aprender, por todo lo que me habeis enseñado a mi y por mantenerme en la convicción de que merece la pena!"
Quiero compartir aqui un regalo muy especial que he recibido hoy de mis alumnos, un precioso gesto de su gratitud que guardaré siempre en mi corazón.