Día 1: Nos alojamos en un hotel muy céntrico y eso nos permitió un paseo temprano por las calles del centro antes de que se llenaran de gente. Nuestro objetivo era llegar a la antigua fábrica de Heineken para disfrutar de la Heineken Experience y para ello tuvimos que cruzar toda la cuidad a pie. Hacía frío pero lucía el sol así que ... un paseo perfecto!
La visita a la fábrica de Heineken está bien, se hace entretenida y no es excesivamente cara. Al final hay una degustación que es, obviamente, la mejor parte! Incluso hay una opción que combina la visita a la fábrica con el tour en bote por los canales. Por si queréis sopesarla. Otras posibilidades bufff...tenéis un montón: Museo de Van Gogh, Rembrandt, Casa de Ana Frank, Rijksmuseum (hablamos de un museo al nivel del Prado o del Louvre)... hay para todos los gustos!
Teníamos contratado un Tour con Sandemans y eso nos llevó desde las 3 hasta casi las 7 de la tarde. Nuestra guía, una catalana muy maja, nos llevó por los lugares más emblemáticos y nos contó un montón de cosas interesantes sobre la ciudad. Lamentablemente, no paró de llover, así que no tengo ni una foto de ese tour, pero a pesar de la mojadura, lo disfrutamos mucho.
Día 2: salimos de Amsterdam a la comarca de Waterland, donde están algunos de los pueblos más bonitos de los alrededores de la capital. Desde la estación central salen los autobuses a esta preciosa zona más rural, comprando el Waterland ticket, que cuesta unos 10 euros, puedes hacer los viajes que quieras en 24 horas. Nosotros salimos sobre las 10:30 de la mañana y estábamos de vuelta hacia las 19:00.
Merece la pena visitar Edam: muy tranquilo, quesos y puentes por todas partes. Dimos un paseo precioso hasta el Fuerte (Patrimonio Mundial de la UNESCO) para descubrir que...estaba cerrado!
Volendam: un pueblecito pesquero precioso, lleno de turistas, tiendecitas y puestos de comida. Imposible resistirse a estos mejillones!
Y Marken: ver el atardecer con un café caliente no tiene precio! Una recomendación: a la tarde se pone muy muy frío, así que abrigos, bufandas, guantes y gorros!
Día 3: nuestro vuelo salía a las 19:00, así que teníamos más de medio día y decidimos disfrutarlo yendo de compras y haciendo las fotos que no habíamos podido hacer durante el tour. Hacía un día precioso y la luz no podía ser mejor para las fotos...me he traído unas 1000!!
Después de cenas en restaurantes chino, tailandés y tex-mex...fue el día elegido para probar algo más autóctono...
Yo no sé si habéis oído hablar de las mejores galletas del mundo... Son éstas de Van Stapele...yo ya lo he comprobado!! OMG!!!
Sólo venden 7 por persona en la cola, os lo imagináis? Te las dan calentitas y con manual de instrucciones! Logramos que llegaran a casa para que las probaran las niñas...eso sí fue un reto!
Un ratito más tarde decidimos picar algo típico en un bar precioso cerca del Rijksmuseum, cómo no, queso y meatballs holandesas... Lo sirven todo con pepinillos agridulces y mostaza. Sorprendente y delicioso....Mmmmm!
En cuanto a tiendas de scrap...chicas yo no encontré ninguna. Pero sí esta tienda de sellos que es una auténtica maravilla. Se llama Posthumus y merece la pena visitarla no sólo por los sellos en sí, que ya os digo, me alucinaron, sino también por la variedad de tintas y polvos de embossing que tiene. Las muestras eran preciosas!
Lo cierto es que Amsterdam en una cuidad preciosa: los canales te enamoran y tienes mil y una opciones de cosas para hacer. El Barrio Rojo, los coffee shops y el constante olor a marihuana son solamente una anécdota, la ciudad es mucho más que eso: las casas flotantes, las bicis por todas partes, la plaza Dam, el mercado de las flores, el eje comercial, los museos, toda su variedad de templos... es una ciudad con mucha historia y con mucha vida que merece la pena visitar.
Uno se queda con más ganas de Holanda!
Un besote enorme!
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