Parece que quiere llegar el frío y a mí todo lo que apetece es tejer!
He estado recopilando restos de lanas que tenía por casa para hacerle este cuello a Celia:
Como se trataba de recordar un poquito aquello del tejer, escogí el punto muy sencillo que hay...¡todo del derecho! Creo que se le llama Santa Clara. Con los cambios de colores y los remates...más que suficiente! Estoy deseando que se la ponga para poder hacerle algunas fotos chulas.
Una vez animada y sin perder de vista el trapillo, causante de que todo este gusanillo del tejer me picara, decidí hacerme un cuello para mí. Me acerqué a una tienda aquí al lado de mi casa y por menos de 3 euros me hice con una hermosota bobina de trapillo gris marengo. De nuevo con el mismo punto pero esta vez alternando una aguja muy muy gruesa (como el palo de la escoba!) y otra más fina (del número 6) me hice esta monada en menos de tres horas.
La idea de usar dos agujas diferentes me la dio mi madre, que siempre tejió mucho. Recuerdo que nos hacía jerséis de cenefas y hasta un abrigo con muñecos que tengo por ahí guardado. Me dijo que en una ocasión se tejió un abrigo para ella en una noche con este truco y es que...¡no veáis cómo corre la lana!
Y ¿qué hacer con el resto de bobina? ¿Un retalito que tejido no abultaría más de 25x25cm? Pues un pequeño bolso para las niñas! ¡Les ha encantado!
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Sé que no estoy nada scrapera pero, como os digo, tejer es todo lo que me está apeteciendo por el momento. De hecho sigo aprovechando lanas y me he lanzado a por unos mitones. ¡Ya os voy contando!
Besos de otoño! ;oD