Hoy aquí hace un día de esos tristes así que me ha dado por cocinar. A ver, entendámonos, cocinar cocino todos los días, ¡qué remedio!, pero cuando digo que "me ha dado por cocinar" me refiero a que me apetece preparar alguna receta un poco más especial. Ya sé que esto no es un blog de cocina, pero en este Bla bla, os digo, hay sitio para todo! jejeje
Hice este crumble por primera vez el año pasado y es una de esas recetas que siempre me apetece repetir por fácil, rápida y económica.
El crumble es un pastel de origen inglés que se hace tradicionalmente con manzana, queda muy crujiente y está delicioso servido caliente o tibio en contraste con natillas, helado de vainilla o una crema tipo nata fría. Mi crumble es de melocotón y lo voy a servir con yogur griego. ¡Veréis qué rico!
Ingredientes:
- Dos melocotones maduros
- una cucharada de azúcar
- un chorrito de Cointreau
- harina de repostería
- mantequilla
- almendra molida
- yogur griego
-canela (opcional)
Preparación:
-Pelar y trocear la fruta. Dejar macerar unos 10 minutos con una cucharada de azúcar y un buen chorrito de Cointreau.
- Ligar con los dedos el crujiente: 3 cucharadas soperas de harina, 2 de mantequilla y 1 de almendra molida. La masa debe quedar granulada, como desmigada.
- Engrasar un molde con mantequilla, poner la fruta macerada (jugo y todo) en la base y el crumble por encima.
- Dejar dorar en el horno a unos 180º, tardará unos 30 minutos en formarse una costra bien crujiente.
- Sevir en cuencos individuales con el yogur griego azucarado por encima y, si es de vuestro gusto, con un toquecito de canela.
En total no lleva más de 45 minutos. La fruta queda deliciosa con el toque de naranja del Cointreau y el crujiente con el yogur... Mmmmm! A disfrutarlo!
Besotes!